El argentino Fabián (Ciudad de oviedo) triunfa en una accidentada carrera

(Marco en la presentacion del equipo)

Los 50 corredores que ayer tomaron la salida en el Trofeo Ayuntamiento de Valdáliga recordarán esta carrera no por el triunfo del argentino Marco Fabián (Ciudad de Oviedo), ni por la escapada de diez que se formó subiendo La Revilla, ni tan siquiera por la lucha sin cuartel que se montó en los cinco últimos kilómetros, subiendo el alto de San Vicente del Monte. Todo quedó en un segundo plano debido a un accidente que sufrieron tres corredores del Cueva El Soplao.







Daniel Becerra, José Manuel González y Cristian Gallego se fueron al suelo en el rápido descenso del alto de Lamadrid, cuando los tres intentaban empalmar con el pelotón. Debido a la velocidad a la que circulaban la caída fue bastante aparatosa. Dos de ellos, Becerra y Gallego tuvieron que ser trasladados al hospital de Sierrallana, donde les realizaron varias pruebas que descartaron cualquier lesión grave.

En ese momento, la carrera quedó paralizada. La razón es que una prueba ciclista no puede realizarse sin una ambulancia circulando junto al pelotón y ayer la única ambulancia que había en el Trofeo de Valdáliga tuvo que evacuar a los heridos hasta el hospital.




Así que los 40 corredores que en ese momento quedaban en carrera, diez escapados por delante y el resto, a poco más de un minuto, tuvieron que armarse de paciencia echar el pie a tierra y esperar a que el vehículo sanitario regresase. En total fueron 45 minutos de espera.







Durante ese tiempo, la organización decidió que lo mejor para todos (tráfico, corredores, equipos y público) era acortar una vuelta el recorrido, con lo cual, cuando la prueba volvió a ponerse en marcha sólo quedaban 25 kilómetros para llegar a meta y los diez escapados mantenían esa ventaja de un minuto, que finalmente hicieron valer.







Los diez escapados llegaron a la última subida en San Vicente del Monte y allí se la jugaron. Marco Fabián demostró una gran fuerza y se fue con facilidad en las últimas rampas del ascenso para llegar en solitario a la meta.