El domingo por la mañana Salinas se llenará de atletas que realizarán la que será, posiblemente, la carrera de su vida. Sólo deberán cubrir un recorrido llano de cinco kilómetros, pero todos lo harán con el objetivo de conseguir fondos para financiar una bicicleta adaptada que permita a Miguel Ángel Alonso Sierra retomar la actividad deportiva después del accidente que en el mes de junio le dejó parapléjico.
La cita está organizada por el Club Deportivo Castrillón Triatlón y comenzará a las once de la mañana cerca del paseo de la playa. Su presidente, Aquilino Menéndez, explica que «entre los atletas pronto se empezó a tener la idea de prepararle algo, para recaudar fondos», y tras hablar con Rodrigo Vallina surgió la posibilidad de hacer la prueba. «Lo hablamos con Miguel y dijo que adelante, así que aquí estamos». La respuesta de aficionados -atletas, amigos y familiares de Miguel Ángel Alonso, pero también ciudadanos anónimos- ha sorprendido a la organización y al propio homenajeado.
Desde el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde reside actualmente -hasta que le den el alta «en enero, si todo va bien»-, el propio homenajeado asegura que «es una sorpresa ver la respuesta de la gente, porque pensábamos que, como mucho, llegaríamos a los 300 participantes» y ya hay más de 700 confirmados.
Miguel Ángel Alonso comenzó la práctica deportiva hace 10 años, y se dedicó al triatlón en los ocho últimos, hasta que un accidente en moto le impidió seguir con su vida normal. También es juez de triatlón, «y ya me han pedido que siga sí o sí», y durante tres temporadas -entre 1999 y 2002- fue masajista en el Real Avilés.
«Poco después del accidente ya decía que quería seguir corriendo y haciendo triatlón, y empezaba a hablar de la bici (una handbike), muy animado», recuerda Menéndez. Alonso estará el domingo en Salinas para reencontrarse con un montón de gente conocida que ha decidido mostrarle así su cariño. «Será especial, y eso que a mí no me gusta mucho ser el protagonista», reconoce. Su objetivo está claro: «quiero llegar a hacer duatlón o triatlón, pero no me marco un plazo» y de momento sigue con la recuperación en Toledo.
«Tiene unas ganas locas de volver a la piscina», reconoce su mujer, la también atleta Beatriz Tenreiro, que ha sido pieza clave en la recuperación de Alonso. «En Oviedo, donde comenzó la rehabilitación, no le daban mucha importancia al tema del deporte, pero yo quería que viniera a Toledo porque aquí casi te obligan a hacerla conjunta, para poner la mente en marcha y que no estén pensando en cómo ha cambiado su vida y todo lo que no van a poder hacer», indica Tenreiro. Ahora saben que «tener un objetivo, como es volver a la práctica deportiva, es ya un motivo para rehabilitarse, aunque ya sepa que no va ser como antes».
Estos días «nos llegan muchas llamadas y mensajes de amigos que dicen que se han apuntado a la carrera», y la propia Tenreiro decidirá el domingo qué hacer. «No lo tengo claro», reconoce.
La recaudación de la carrera se destinará a la bici adaptada, aunque Alonso también tiene en mente ahorrar para una silla de atletismo. «La bici la encargaríamos especial a una ortopedia, porque para las de competición hay muchos tipos y hasta diferentes tallas», comentan, pero ya han comenzado a contactar con los distribuidores que hay en Asturias para acertar con el modelo. «Su ilusión es volver a competir, sentir la velocidad» y retomar la práctica deportiva.
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